La película propone un itinerario biográfico a través de lugares, hechos y pensamientos para conocer la aventura humana de San Luigi Orione, a quien San Juan Pablo II presentó al mundo como «el estratega de la Caridad», aquel que «siempre y sólo se dejó guiar por la lógica del amor». Este viaje explora la figura de Don Orione no sólo como un gran hombre de fe, sino también como un estratega del bien capaz de realizar obras de inmenso valor social y espiritual. Se ofrece una profunda investigación histórica en un marco narrativo con sabor a realismo místico. Su vida, marcada por un incansable compromiso con los pobres y necesitados, se retrata con una fuerza emocional que expresa la profundidad de su vocación. Algunas escenas alcanzan una atmósfera de verdadera poesía y espiritualidad, dejando entrever algo de Dios y de su Divina Providencia en la filigrana de los acontecimientos. Don Orione, con su fe inquebrantable y su entrega total al prójimo, emerge como un faro de esperanza y de amor cristiano, un ejemplo luminoso de cómo el amor divino puede manifestarse concretamente en la vida cotidiana.